Uno de los temas que más nos preocupa hoy
en día es cómo mantener una salud buena, equilibrada y estable.
El estrés se ha convertido en parte de
nuestras vidas , dado que la cantidad de información y situaciones que tenemos
que manejar diariamente a nivel personal, familiar y en nuestro trabajo casi no deja lugar a un espacio
personal de relajación , entretención o para un pasatiempo.
Nuestra posición actual en el mundo, nuestro lugar personal y social ha cambiado muchísimo en las últimas décadas. La realidad que vivimos en relación a lo que enfrentaron nuestros antepasados es muy diferente.
A principios de siglo y hasta mediados de
los años 50 el trabajo estaba basado en el manejo de ciertas capacidades técnicas
relacionadas con habilidades manuales propias de cada uno. Las labores no
estaban relacionadas con un manejo de información mayor que el del área de la
persona. Es así que no se esperaba que
los empleados de una determinada firma tuviesen un mayor conocimiento que sus
jefes y aun así trabajasen en una organización.
Peter Drucker , uno de
los grandes visionarios de esta época anticipó el surgimiento de “la sociedad
del conocimiento” (1969, publica un libro que se llama La era de la discontinuidad) en el plantea que a finales de los
años 70 el sector del conocimiento generaría la mitad del ingreso. Plantea entonces
lo que llama la era de “la Sociedad de la Información- Consciente” y “el
advenimiento de la Sociedad de la Información”.
Aquí se explica cómo las nuevas
tecnologías de información y comunicación que acompañan a la sociedad del
conocimiento consciente están transformando la economía, los mercados
y la estructura de la industria, los productos y servicios, los puestos de
trabajo y los mercados laborales.
Qué significa esto, para nuestra vida y en lo práctico?
Esto significa que para poder sobrevivir
en la sociedad actual, no sólo basta con obtener un trabajo ya que mantenerlo
no tiene que ver con lo que se hace, si no con la calidad y el manejo de la
información nueva que llega al respecto.
El nivel de competencia ha subido exponencialmente,
la medida de la calidad de trabajo ya no pasa tanto por la cantidad de años de
experiencia como por la facilidad y flexibilidad en el manejo de grandes
cantidades de información y actualizaciones.
Incluso en cosas tan cotidianas como
hablar por teléfono, la dificultad es cada vez más evidente, los teléfonos se
han transformados en verdaderas agendas – video conferencias – galería de juegos,
donde el manual ya quedo corto para entenderlo. Y donde este fenómeno se ha
vuelto una adicción manejar la información a costo de las relaciones
interpersonales.
Si pensamos cuál era el sentido original
del teléfono: dos personas que estando en lugares distantes se alegraban de
poder reunirse y compartir un momento en común .
Más adelante el invento se transformó en
una herramienta utilitaria y desde ahí ha ido perdiendo el sentido de mantener
la comunicación y las relaciones a manejar una cantidad increíble de
información muchas veces sin mayor importancia ni sentido.
Y entonces, por qué funciona? Por
qué cada día más gente quiere aparatos y tecnologías más complejas que no van a
ocupar eficientemente (la gran mayoría
sólo ocupa el 15% de las funciones totales del aparato)?
Dos palabras, tristes pero verdaderas:
Alienación y adicción.
La información en sí misma no es buena ni
mala.
La forma en que esta información es procesada en un mundo donde “el
tiempo corre en contra” ha generado una
situación de estrés insostenible para las personas.
La alienación proviene de no saber cómo
organizar, estrategizar y ocupar en forma eficiente esa información. Esto genera una constante sensación de “estar
en falta”, no hay suficiente tiempo para revisar toda la información, leer
todos los mails, contestar todas las llamadas, archivar la “información flotante”,
término relacionado con la información que ahora no me es útil, pero que podría
llegar a serlo en otro momento.
La información en esta corriente de datos
no llega a transformarse en “Conocimiento Consciente”, eso significa que no
alcanzamos a procesarla y dejarla incorporada en nuestra experiencia.
Incorporar se relaciona con experienciar, vivir, hacer
carne lo que hemos aprendido.
De este
modo ya no necesitamos que esta “información flotante” vaya ocupando un espacio
en nuestra memoria inmediata y permite que podamos descansar. Antes de eso,
nuestro sistema límbico, el cerebro emocional, se encuentra atrapado en una
sensación de “pelea y huida” permanente.
Esto afecta nuestro sistema nervioso,
nuestro estado de ánimo, la cantidad de energía que podemos manejar cada día y finalmente
(lo más importante) cómo nos relacionamos con los demás.
Tanta tensión por el manejo de la información flotante y falta de herramientas organizadoras , nos
deja con un sistema nervioso colapsado, con muy poca energía para
relacionarnos.
Aquí interviene la adicción, dado que lo
que nos caracteriza como especie a los seres humanos son nuestras habilidades
de comunicación. Que no podemos cumplir en forma eficiente (obteniendo un
feedback continuo que nos nutra, no que nos estrese más), hemos generado una
virtualidad adictiva donde interaccionamos pero no interactuamos con el otro.
Un mundo de información flotante donde la
forma de conectarse es compartirla. Como
no es verdad que esto sea una comunicación verdaderamente interdependiente , ya que no existe un
feedback humano completo (el 90% de la comunicación es no verbal), nuestro
cerebro y sistema nervioso identifican que algo falta y trata una y otra vez de
completarlo pero hay un error de concepto:
Volver a lo natural es lo más sensato, rápido y efectivo. El sistema
nervioso reconoce lo familiar , reconoce la energía amorosa y contenedora y por
eso Reiki funciona.
Y funciona bastante eficientemente a nivel del estado de animo, una hora de reiki
equivale a 8 hrs de descanso.
Nuestra preocupación siempre ha sido ofrecer lo mejor a las personas que se acercan pidiendo consejo con respecto a estos temas.
Dado
que gran parte del estrés, tensiones y enfermedades se relacionan con los
puntos planteados anteriormente, me parece que la solución no se encuentra en liberarse
del estrés , estamos viviendo en un mundo donde el estrés es parte de
la vida.
En los cursos y talleres preferimos
enfocarnos en cómo respondemos al estrés, o sea, cuan adaptado se
encuentre nuestro sistema nervioso y cuan flexible sea para manejar los cambios
que se producen día a día y en eso, sí,
Reiki es una herramienta que sobresale por el resultado porque nos va ayudar a calmar el sistema nervioso. Es el cuerpo quien primero aprende a relacionarse con le energía y esto genera una enorme ventaja ya que inclusive mientras dormimos Reiki "se activará" y podremos aprovechar mejor esas horas de descanso. .
Por una parte nos hemos abocado a entregarles herramientas como Reiki y por otra parte nos hemos preocupado de crear talleres donde les entregamos
conocimientos útiles y prácticos para manejar estas situaciones.